Un cuento muy corto, a propósito
de una polémica en la UPB sobre el vestuario de las estudiantes.
Yo estaba
dando mi clase sin sobresaltos, repartiendo la mirada entre el auditorio,
cuando encontré una sonrisa que nada tenía que ver con las guerras de
independencia. Traté de seguir el hilo y el reparto de miradas pero, siempre
que volvía a la perversidad de esa sonrisa, algo me desconcentraba. Decidí
buscar una explicación y tardé poco en encontrarla entre las rodillas muy
separadas, al fondo de una falda muy corta, en una geografía que invitaba a dar
un grito de batalla.
Texto incluido en "La brújula del deseo", publicado por la editorial UPB.
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