lunes, 25 de febrero de 2019

Todos los cuentos el cuento

La reseña de El Colombiano, 
sobre una colección de cuentos de Octavio Escobar Giraldo



A Octavio Escobar Giraldo le caería bien la expresión frecuente para hablar de los que no reciben la atención que merecen: “Es un secreto bien guardado”. Pero ni el autor ni la obra son secretos ni están guardados. Escobar Giraldo ha recibido toda clase de distinciones nacionales e internacionales, su creación es constante y de calidad. El problema es que sus libros están dirigidos a lectores atentos a sutilezas y el autor está tan enfrascado en su escritura que no le queda tiempo para las relaciones públicas. 











viernes, 22 de febrero de 2019

Entre la ciudad y el infinito

Efrén Hernández en la sección "Vidas de artistos"
de la revista virtual Cronopio

Efrén Hernández, fotografiado por Juan Rulfo


“De abajo subía el ruido de la ciudad;
de arriba caía el silencio del infinito”.
Efrén Hernández

Cuando Efrén Hernández murió, el 28 de enero de 1958, su esposa y un par de amigos intentaban dar orden a su obra dispersa en revistas y periódicos, así como a numerosos textos inéditos. Pero su  viuda estaba apurada con la crianza de sus siete hijos, y el par de amigos pronto se vieron arrastrados por otras ocupaciones. La tarea tomaría más de medio siglo, hasta cuando el Fondo de Cultura Económica de México publicó los dos volúmenes de sus obras completas, con sus cuentos, sus poemas, sus artículos de prensa, sus libretos teatrales y hasta el guion de una película de Cantinflas que nunca fue filmada.





jueves, 21 de febrero de 2019

La mujer biblioteca (I)

La columna de Vivir en El Poblado
Marilla Waite Freeman (1870-1961)


La semana de acción de gracias de hace doce años me encontró con ganas de refugiarme en la interioridad. Llevaba tres años en Siberia y seguía sin saber qué oscuro designio me había traído a este curioso paraíso en medio de la nada. Era esa parte del año en que la noche cae muy temprano y la oscuridad y el frío acorralan el ánimo. Decidí pasar la semana de vacaciones encerrado, leyendo, viendo películas, durmiendo mucho y despertando tranquilo, capaz de recordar con nitidez finos detalles de los sueños.  









jueves, 7 de febrero de 2019

Contando bendiciones

La columna de Vivir en El Poblado 
Resultado de imagen para falling on ice

Hace una semana, cuando publiqué en una red social que la temperatura aquí en Siberia era de 21 grados bajo cero, un amigo me preguntó cómo le hacía para vivir con tanto frío, “tú tan del trópico y caribe”. Le agradecí lo de caribe y respondí que yo también me hacía esa pregunta.
“¿Cómo le hago?”, me venía repitiendo cada vez que emprendía la ceremonia de envolverme en varias capas de ropa, ponerme unas botas aparatosas, enfundarme unos guantes y un gorro, y rodear cuello, nariz y boca con una bufanda. “¿Qué hago aquí?”, me pregunté mientras paleaba la nieve para abrirme camino, sintiendo que el rostro se quemaba y –a pesar de los guantes– los dedos ardían. “¿Cómo llegué a estas lejuras?”, me dije cuando resbalé en el hielo y me lastimé el hombro. “¿Qué oscuro designio me trajo a estas tierras?”, me pregunté mientras esperaba a que el auto se descongelara para ir al hospital.