Por Jorge Iván Mora
Nueva York.
Que un país no termina en sus fronteras, lo demuestran las historias de tantos artistas que encuentran en países extranjeros las condiciones y oportunidades para el florecimiento de su arte. Buscan las experiencias que enriquecen sus obras, pero también los medios que les permitan divulgarlas. A veces encuentran por fuera un reconocimiento que su país de origen se resiste a darles.
Una nota en el periódico El Tiempo, de Bogotá.
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