viernes, 7 de octubre de 2011

Una entrevista a Jacqueline Donado, directora de Book Fair Expo New York

Tomado de Queens Latino




Feria del Libro 2011: Una labor quijotesca

La literatura como el periodismo sirven para generar ideas. Estimulan a la gente a pensar y actuar. En el Mes de la Herencia Hispana entrevistamos a Jacqueline Donado, creadora de la Feria del Libro que se realiza este año del 6 al 9 de octubre en el Museo de Arte de Queens y el Centro Español/La Nacional de Manhattan. No es fácil promover libros en la era del Internet.

(Esta entrevista se publicó primero en la edición impresa de QueensLatino.com)

¿Qué significa escribir en español en los Estados Unidos?
Un gran desafío, una ratificación de la diversidad. Desde el punto de vista editorial, es un gesto que las grandes editoriales han tardado en entender: que existe un público interesado en producciones de calidad y que esas producciones existen entre los escritores hispanos.

¿Se ha superado la generación del Realismo Mágico o todavía cargamos su peso en la escritura?
Las nuevas generaciones se han encargado de borrar –muy lentamente- la huella del realismo mágico, aunque el legado de esa generación de `pesos pesados literarios’ es muy difícil de superar. Creo que la tendencia moderna en los Estados Unidos se orienta más hacia los periodistas-novelistas anglos.
También hay una tendencia hacia la investigación histórica. Es el caso de Esmeralda Santiago, con Conquistadora, o Jaime Manrique, con Nuestras vidas son los ríos, o la nueva producción de Gerardo Piña Rosales director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Gabriela Mistral en los Estados Unidos.

¿Llegará el momento en el cual los escritores en español en los Estados Unidos superen a los escritores de Latinoamérica en conceptos y volumen de producción?
Si aplicamos las matemáticas, no. En Estados Unidos viven casi 50 millones de hispanos, que sería solo un poco más que la población de Colombia o España. Nos quedan muchos más por contar. Países con tradición y disciplina literaria como Argentina y Chile. No todos los hispanos en los Estados Unidos están en edad para leer, un gran sector desconoce el español como su lengua materna. Sería ideal que se superaran las cifras de la industria del libro y lectoría en Latinoamérica, pero hay que ser realistas, y hay que tomar iniciativas más decididas. Esto, sin embargo, no descarta que aquí en los Estados Unidos se puedan llegar a escribir grandes obras.

¿Cómo puedes caracterizar la temática y el estilo de los escritores en español de Nueva York?
Hablemos de la última década, para poder responder objetivamente. Un numeroso grupo de escritores cada día se une a la academia. Vemos escritores becados o agregados a las facultades de estudios hispanoamericanos con una producción literaria muy fructífera, como es el caso de Gustavo Arango, Antonio Muñoz Molina, Claudio Ivan Remeseira, que vinculan su profesión a su obra con una gran influencia neoyorquina.
Las temáticas son tan variadas, que van desde la generación de los ‘Golden boys’ de Wall Street, las góndolas en el Parque Central, los repartidores de pizza, los vecindarios, la inmigración y el desarrollo histórico de las diversas comunidades en el área metropolitana de Nueva York. Encontramos libros sobre los mexicanos, los hondureños, los panameños, los colombianos, los argentinos… además hay novela, investigaciones periodísticas, poesía… la lista es larga.

¿Cómo están organizados los escritores en español en Nueva York?
Hay varias organizaciones que giran más en torno a las nacionalidades, tales como el Comisionado de Cultura Dominicano, los centros de estudios de las universidades, como es el caso de New York University y el grupo que estudia Quechua y su impacto literario; pero una asociación gremial como tal no la veo en el panorama.

¿Qué función desempaña tu casa editorial Book Press NY y la Feria del Libro que hacen cada año?
En el 2006 se fundo la empresa New York Book Fair Expo, con el fin de organizar una feria de libro e invitar a todos los escritores del área a participar y tener un punto de encuentro, para darse a conocer, promover, vender la obra; también para darles la oportunidad a las personas comunes y corrientes de conocer a los escritores y dialogar con ellos.
Ese año hubo más de cuatro librerías vendiendo libros, entre ellas Lectorum, que ya desapareció del mercado. Con el transcurrir del tiempo, la feria se ha convertido en un encuentro importante para que los autores estrechen relaciones con las bibliotecas, las universidades y, a través de ellas, presenten y vendan sus libros.
La Feria que este año celebra su sexta versión y está abierta a todos los idiomas y géneros literarios, para que converjan en el Museo de Arte de Queens. Nuestro lema es Languages of New York (Idiomas de Nueva York), porque la ciudad es el hogar de muchas lenguas, y cada año invitamos a un selecto grupo de escritores que publican en diferentes idiomas a que hablen sobre sus experiencias como creadores en la Gran Manzana. El primer volumen de Languages of New York reunió escritores de Brasil, Corea, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Francia, Filipinas, Irán, Italia y Rusia. La versión 2011 será muy diversa.

¿Cuál ha sido el proceso de crecimiento de la Feria del Libro?
Ha sido lento pero seguro. Iniciamos en la escuela griega St Demetrius, en Astoria, y de allí pasamos al Museo de Arte de Queens. Este cambio nos permitió ampliar la programación, utilizar el teatro para las conferencias, presentaciones de libros y conversatorios, y la galería para la exhibición y venta de libros.
En términos de asistencia también notamos un gran crecimiento y este año esperamos un incremento debido a que agregamos un día más de Feria, extendiéndonos hacia Manhattan, utilizando las instalaciones del Centro Español, el más antiguo centro cultural del mundo hispano en Nueva York, fundado en 1870.
Este año, por primera vez contamos con el apoyo de Scholastic, la gran distribuidora de libros infantiles, y habrá una sección para los menores, amenizada con toda clase de actividades y con regalos, muñecos de felpa, caritas pintadas y souvenirs.

¿Y la gente si lee libros en la época del internet y el entretenimiento?
La gente no lee mucho, pero el factor motivación es importante para atraer al público que asiste en familia y tiene la oportunidad de conocer a los escritores.

Javier Castaño

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