domingo, 10 de marzo de 2019

La mujer biblioteca (II)




La columna de Vivir en El Poblado

Cleveland Public Library




La venta de antigüedades estaba en un galpón, detrás de una casa centenaria. El negocio funcionaba como una cooperativa. El interior tenía calles y avenidas que recorrían los espacios asignados a cada socio. Solo abrían los fines de semana, y los socios se turnaban a lo largo del año para atender a los clientes.
Aquel día de noviembre las luces estaban apagadas y en la fachada había un cartel que ofrecía el espacio en alquiler.  En la puerta había un anciano de hermosos ojos azules que hablaba con un grupo de clientes indecisos. Cuando me vio llegar, sus ojos se iluminaron. Me invitó a entrar y prometió que me daría muy buenos precios.









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