jueves, 8 de noviembre de 2018

Reflexiones lapidarias

La columna de Vivir en El Poblado


Cortázar nació en Bruselas, Bélgica, un mes después del estallido de la Primera Guerra Mundial. La familia quedó atrapada en Europa por cuatro años y, cuando regresó a la Argentina, su padre tomó las de Villadiego. Cortázar creció en un suburbio de Buenos Aires, rodeado de mujeres: su madre, su hermana, sus tías y su abuela. Allí desarrolló su inclinación por el misterio.
Cortázar fue un alumno aplicado. Fue profesor en escuelas de provincia hasta la segunda mitad de los años cuarenta, cuando llegó a un Buenos Aires sumido en el populismo peronista. Allí escribió cuentos y poemas, fue traductor y vivió en busca de una oportunidad para escapar. En 1951 consiguió dar el salto e instalarse en París.







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