Una reseña de la novela "La matrioshka", de Rubén Orozco
en el Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República
La novela es el testimonio eterno de una joven con
alma de niña, Anastasia Mijáilovna, cuya madre acaba de morir y está a punto de
morir. La historia tiene lugar en las estepas siberianas, muy blancas y frías,
con casas distantes unas de otras, con una estación de tren desolada. La luna
es presencia constante: sus ciclos resaltan la circularidad del relato, su
delirio. El silencio es otra forma de la blancura: “No digo nada; nada
respondo”, repite la protagonista. Hay un cerdo llamado Félix y unos pocos
personajes que son como sombras o espejismos: el padre Alekséi, el
telegrafista, la loca del pueblo con una muñeca que cree su bebé, la triste
pareja formada por Tatiana Filípovna y Fiódor Andreievich, quien abusa de su
esposa y de la protagonista...
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