Como en la historia del huevo y la gallina, mucho se habla de la finca en Fundación que pudo haber inspirado el nombre del mítico Macondo, pero poco se habla del juego de azar que muy probablemente lo inspiró.
Una nota publicada en El Universal el sábado 3 de octubre de 1948 se refiere a los juegos de azar en el municipio de Sucre. Sólo uno de los redactores del diario -a quien llamaban Gabito- tenía vínculos directos con ese municipio.
Fragmento de Un ramo de nomeolvides; García Márquez en El Universal.
La influencia de Sucre –y en
general de la región de la Mojana– en la formación del mundo novelístico de
Gabriel García Márquez ha sido insuficientemente valorada. Dentro de las muchas
polarizaciones que ha recibido su vida, Aracataca acaparó unos honores de los
que también debió gozar Sucre, ese pueblo que Gabriel García Márquez conoció y
frecuentó cuando empezó a ser escritor y donde, incluso, algunos aseguran que
nació.
Pero hay algo más que justifica
la inclusión de esta noticia en estas páginas: allí, traspapelada y anónima
entre juegos prohibidos, aparece, sin el significado que tendría con los años,
la palabra macondo.
* * *
Denunciada la industria de
juegos prohibidos en Sucre
A la Contraloría Departamental ha llegado una copiosa
documentación referente a la industria de juegos prohibidos que viene
establecida en el municipio de Sucre, como en muchas otras poblaciones del
departamento, y de la cual derivan jugosos dividendos no ya los propios
ciudadanos particulares que aparecen como explotadores del negocio, sino
también las autoridades locales que permiten el funcionamiento de ellos
mediante el pago de determinadas sumas por concepto de multas, las cuales casi
nunca ingresan a las arcas municipales.
De conformidad con los documentos enviados a la Contraloría
y con las informaciones que traen las personas llegadas de aquella región, el
alcalde de Sucre, señor Humberto Bustillo, ha seguido patrocinando los juegos
prohibidos por el consabido sistema de las multas en la cuantía siguiente:
Por cada 4 sesiones de ruleta $ 400,oo
Por cada 4 de macondo $ 20,oo
Por cada 4 de plumilla $ 40,oo
Por cada 4 de boliche $ 20,oo
Por cada 4 de gallito $ 20,oo
Cualquiera podría pensar que con estos curiosos arbitrios
rentísticos el Municipio de Sucre estaría en capacidad de desarrollar un
programa de obras públicas o de construcciones, tales como el levantamiento de
edificios para cárcel o para escuelas; pero no hay que hacerse ilusiones, pues
se trata de un sistema ideado en varios municipios, y también puede estar pasando
algo análogo en Sucre, para acrecentar dineros para el Fondo Conservador.
El Universal, sábado 9 de
octubre de 1948, primera página.
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